Industrial Plant fue una de las primeras variedades de cannabis que se desarrolló para prosperar bajo las luces artificiales de los jardines interiores. Su genética estable y sus grandes rendimientos la han convertido en una excepcional cepa holandesa comercial. Para producir este híbrido, Dinafem Seeds cruzó la genética afgana con la tailandesa. El resultado es un aroma skunk, cítrico con toques de madera y especias que endulzan a toques afrutados de chicle cuando se muele. Los efectos de la Planta Industrial son equilibrados y edificantes, y aunque no abrumadores, proporcionan una sensación de relajación pacífica que no matará completamente su motivación.
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